domingo, 1 de febrero de 2009

De Vietnam a Camboya ... y van dos veces!

Ya estamos en Camboya. Y el ‘ya’ no es gratuito… llegar hasta aquí nos ha supuesto algún que otro quebradero de cabeza, a parte de otro día más en Vietnam, y unos 25 euros extra, todo un dineral aquí. Estábamos en el Mekong, donde encontramos gente cálida y disfrutamos del año nuevo vietnamita, y habíamos decidido cruzar a Camboya por el paso fronterizo marítimo de la zona. Es lo común, la otra opción es desde Saigón y en bus, y unos ferrys realizan el camino… de forma lenta por 10$ y tras 10 horas, de forma rápida por 26$ y tras 5 horas … directos a Phnom Penh. Intentamos embarcarnos en el ferry rápido pero estaba completo y como no queríamos pasar ni un día más allí, nos embarcamos en el lento … Rafa protestó, claro, no quería llegar tan tarde a la supuestamente peligrosa Phnom Penh tras un viaje agotador, pero mis dotes de seducción y la necesidad de querer salir de Vietnam pudieron mucho mas … Madrugamos, y tras unas cuatro horas llegamos a la frontera marítima entre ambos países … problema, mi pasaporte esta roto, la tapa se ha despegado de las páginas interiores (lo hizo ya en Londres gracias a las manazas de … sin comentarios) y los vietnamitas que me dejaron entrar con el pasaporte roto ahora me ponen problemas para sellar mi salida. ¿Por qué? Porque si los camboyanos no me dejan entrar, ellos me tienen que volver a aceptar y no pueden … mi visado sólo permite una entrada en el país (el de múltiples entradas costaba 100$ vs. los 20$ del de una entrada) y en ese paso fronterizo no se pueden gestionar visados … vamos, un lío tremendo para ellos porque tendrían que pedir un visado a no se dónde. Conclusión, tras discutir con funcionarios, la guía y hasta los perros, explicar y explicar … nos tenemos que ir de vuelta a Saigón a tramitar un nuevo pasaporte. Así, cabreo latiente y malhumor continuo, no conseguimos salir de puto Vietnam (siento el palabro), nos dirigimos en moto a Tan Chau a coger un bus hacia Saigón. Y allí pienso … paso de hacer otro pasaporte, pego el que tengo, roto ya está, no pierdo nada … así que le enseño el pasaporte al tipo de la oficina de venta de billetes y éste saca un pegamento que con mucho cuidado aplica al interior de las hojas … me lo devuelve, lo pongo en la tapa, lo presiono con cuidado, y unas horas después cuando lo compruebo en el bus, el pasaporte parece como nuevo y no se nota que está pegado … a excepción de un trozo de celofán y algún rasguño que sufrió como consecuencia de que una buena mujer en un hotel en Sapa intento arreglarlo poniendo celo … sin comentarios, otra vez … así ya en Saigón, compramos billete de bus para el día siguiente dispuestos a cruzar la frontera sin problemas … y ya que estamos allí pues nos degustamos el paladar con nuestras ricas navajas y unas birras … Y cruzamos la frontera, por supuesto que lo hicimos, mi pasaporte resistió y creo que ahora resistiría los 10 años de vida que le quedan. Pero lo renovaré, cuando llegué a España, no hay que tentar demasiado la suerte, no???
Por cierto, que Phonm Penh nos ha fascinado y ya vamos a quedarnos un día más de lo que teníamos pensado …

No hay comentarios: